Un beat'em up protagonizado por un ninja que tiene que proteger Tokio en un futuro cercano de una horda de demonios surgidos del inframundo. ¿Lo que acabo de decir os suena? Claro que sí, era la trama general del Ninja Gaiden, y con el cierre de la franquicia Microsoft decidió rizar el rizo de la saga con un nuevo juego, Ninja Blade, exactamente igual que el Ninja Gaiden pero sin carisma y con demasiados quicktime events.
Ken es el miembro de un clan ninja que trabaja para el gobierno japonés, que actualmente se encarga de exterminar demonios a diestro y siniestro venidos de Dios sabe donde, para que veáis lo mucho que te informan al principio de la demo, ya que ésta empieza con Ken subido a un helicóptero junto a más ninjas, y después de que el jefe nos regale una katana así porque sí, Ken salta del helicóptero (sin paracaídas, porque es ninja) y empezarán una serie de momentos quicktime (aquellos en los que hay que pulsar un botón en el momento adecuado, que God of War puso de moda hace un par de años y aun siguen), hasta que aterricemos en uno de los edificios y ya pasemos a la acción.
Los comandos son bastante sencillos, A para saltar, X ataque rápido, Y ataque fuerte y B ninjutsu (¡Ondia! ¡Como en el Ninja Gaiden!); deberemos cruzar un par de edificios destruyendo demonios, ya sea con la katana tradicional, rápida y eficaz, o una espada tocha (o más bien una placa de acero atada a un palo) más lenta pero más bruta. En la demo contamos con un ninjutsu de cuchillas que giran a nuestro alrededor (como el Ninja Gaiden), hasta aquí nada especial. Después de enfrentarnos con los demonios que haga falta pasamos por otro evento quicktime, hasta llegar al malo final del primer nivel, una araña gigante (como en el Ninja Gaiden II), que requiere de un poco de estrategia para matarla (solo un poco, que la gente se cansa).
En definitiva, es DEMASIADO IGUAL al Ninja Gaiden II, mismos controles, misma trama, mismos gráficos,.. salvo que el Ninja Blade es más fácil (menos mal) y tiene mucha menos carisma, soso de narices, no aporta nada nuevo, aunque tampoco es lo que pretende. Así que, en todo caso comprad el Ninja Gaiden II, que a pesar de ser mucho más difícil que este, al menos la experiencia de juego es mucho más grata.
Ken es el miembro de un clan ninja que trabaja para el gobierno japonés, que actualmente se encarga de exterminar demonios a diestro y siniestro venidos de Dios sabe donde, para que veáis lo mucho que te informan al principio de la demo, ya que ésta empieza con Ken subido a un helicóptero junto a más ninjas, y después de que el jefe nos regale una katana así porque sí, Ken salta del helicóptero (sin paracaídas, porque es ninja) y empezarán una serie de momentos quicktime (aquellos en los que hay que pulsar un botón en el momento adecuado, que God of War puso de moda hace un par de años y aun siguen), hasta que aterricemos en uno de los edificios y ya pasemos a la acción.
Cualquier parecido es pura casualidad.
Los comandos son bastante sencillos, A para saltar, X ataque rápido, Y ataque fuerte y B ninjutsu (¡Ondia! ¡Como en el Ninja Gaiden!); deberemos cruzar un par de edificios destruyendo demonios, ya sea con la katana tradicional, rápida y eficaz, o una espada tocha (o más bien una placa de acero atada a un palo) más lenta pero más bruta. En la demo contamos con un ninjutsu de cuchillas que giran a nuestro alrededor (como el Ninja Gaiden), hasta aquí nada especial. Después de enfrentarnos con los demonios que haga falta pasamos por otro evento quicktime, hasta llegar al malo final del primer nivel, una araña gigante (como en el Ninja Gaiden II), que requiere de un poco de estrategia para matarla (solo un poco, que la gente se cansa).
En definitiva, es DEMASIADO IGUAL al Ninja Gaiden II, mismos controles, misma trama, mismos gráficos,.. salvo que el Ninja Blade es más fácil (menos mal) y tiene mucha menos carisma, soso de narices, no aporta nada nuevo, aunque tampoco es lo que pretende. Así que, en todo caso comprad el Ninja Gaiden II, que a pesar de ser mucho más difícil que este, al menos la experiencia de juego es mucho más grata.
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