10/8/11

Cubo de palomitas - Capitán América: El primer vengador


Con un pelín de retraso después de haber visto esta película el día de su estreno, por fin puedo escrbir sobre ella con las ideas más claras, aunque la verdad es que no me ha costado demasiado hacerme una idea bien formada.

Steve Rogers (Chris Evans) es un joven con problemas físicos cuyo mayor objetivo en la vida es alistarse en el ejército para poder servir a su país. Tras varios intentos, este honor no se le ha concedido por no ser físicamente apto, hasta que un científico llamado Abraham Erkshine (Stanley Tucci) le propone participar en un proyecto secreto del ejército para crear al primer supersoldado.

Tras haber visto el film, lo primero que puedo decir es que es una recomendable película de superhéroes, después de decepciones como Thor o Green Lantern, Capitán América: El primer vengador consigue pasar satisfactoriamente por el aro, con una ambientación de los años 40 estupendamente conseguida, unos personajes bien presentados y aprovechados, y una narración sencilla pero muy satisfactoria. Muchos pueden tachar este film de fascista y americanista, obviamente que lo va a ser, porque se llama CAPITÁN AMÉRICA. Esto lo digo porque al salir del cine oí a unas cuantas personas quejarse de eso, cuando está bastante claro que, a pesar de tratar a un personaje de este tipo y con esas características, han conseguido no pasarse de la raya, tiran hacia el idealismo inocente de mitad del siglo pasado, pero porque es lo que la película está pidiendo, y es lo que le va al producto.


Es de agradecer que un director tan del montón como Joe Johnston haya sabido manejar el producto como se debía, con una planificación muy clasicista, obviamente con sus derivados efectismos, pero con unas propuestas visuales y de planteamiento que recuerdan mucho a la saga de Indiana Jones (sobretodo cuando se presenta a HYDRA, la organización malvada del film). El tratamiento de la mayoría de los personajes es simple y sin complicaciones, en especial el del villano, Cráneo Rojo, quien goza de una satisfactoria actuación de Hugo Weaving y una presencia física imponente, pero se le presenta como el clásico villano que quiere conquistar el mundo. Cabe destacar que la relación amorosa de Steve Rogers con Peggy Carter (Hayley Atwell) está bien aprovechada y con un desarrollo comprensible y medianamente creíble, a diferencia de lo ocurrido en las anteriormente citadas películas. El tratamiento del héroe y el desarrollo de su origen ocupa buena parte del film, por lo que puede llegar a ser un tanto largo en ciertos momentos, pero eso hace que el resto de la película tenga más empaque y el personaje esté mejor formado. A destacar la secuencia en la que, cuando Rogers ya es un supersoldado, lo utilicen únicamente como reclamo para futuros jóvenes que decidan alistarse, con una canción muy pegadiza.

A pesar de que sus escenas de acción no son especialmente abundantes, sí que son espectaculares y bien realizadas, en especial la persecución en moto y su posterior infiltración en una de las bases de HYDRA. Los efectos digitales son sobresalientes, debido principalmente a esa ardua tarea de implantar la cara de Evans en un cuerpo mucho más enclenque para darle un aspecto más débil, aunque en algunos momentos pueda resultar algo exagerada su cabeza en comparación al resto del cuerpo, la integración es casi perfecta. Otra de las bazas fuertes del film es su banda sonora, Alan Silvestri hace un gran trabajo con una música muy de la época que cuadra a la perfección, y grandilocuente cuando debe serlo.

En resumen, una recomendable película de superhéroes que merece ser vista y que no defrauda.


Nota: 7'5

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