11/7/09

Bolsa de pipas - Dos hombres y un destino


Finales del siglo XIX. Butch Cassidy (Paul Newman) y Sundance Kid (Robert Redford) son los delincuentes más famosos y peligrosos de Wyoming. Se dedican al robo de bancos y al asalto de trenes, y están muy orgullosos de ello. Pero debido a una complicación en uno de sus asaltos, el grupo que forman con otros bandidos se disuelve y deben seguir llevando su vida de siempre por su cuenta. Todo irá a peor cuando ambos sean perseguidos por el sheriff más duro del estado, debiendo ir de pueblo en pueblo para no ser ejecutados.

Uno de los grandes clásicos de los años sesenta, que consolidó a Redford y Newman como uno de los dúos interpretativos más sólidos de la época. Y es que esta película se merece todos los honores concedidos, funciona estupendamente como una comedia, debido principalmente al personaje de Paul Newman, el charlatán de la película, que siempre consigue arrancarnos una sonrisa casi en cada momento que abre la boca. Es por ello que apenas podemos considerar esta película como un western, a pesar de que si eliminásemos los gags podría dar el pego como tal, pero aquí solo se utiliza el contexto de la época. El desarrollo de la película se vuelve entretenido y breve en algunos momentos, aparte de gozar de unos muy buenos personajes.


Cabe destacar sobretodo algunas secuencias añadidas en la película, fotografías en sepia a modo de elipsis y que incluyen a los protagonistas en ellas, increíblemente conseguidas, y que le dan cierto estilo a la película. Tampoco vale mucho la pena hablar del dúo protagonista que no se haya dicho antes, Newman estupendo como siempre y Redford, a pesar de tener un papel mucho más serio, también tiene momentos de gloria de los que sale victorioso sin problema. También vale la pena hablar del papel de Katharine Ross, que carga con el papel de "chica de la película", pero que a pesar de ello también otorga una buena interpretación. Como curiosidad, también vale la pena hablar de la banda sonora de la película, totalmente atípica en el contexto en que se encuentra la trama, sobretodo el momento en el que Butch Cassidy pasea en bicicleta con Etta Place (el personaje de Katharine Ross) mientras suena "Raindrops keep falling on my head" (aunque claro, BJ Thomas le daba al country así que...).



En definitiva, un clásico que vale la pena tener en cuenta, muy divertido y con grandes escenas dignas de recordar, y sobretodo con ese final, totalmente incierto y, puede que en cierto modo, optimista (si la habéis visto ya sabéis de lo que hablo).

Nota: 8'5

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