4/2/10

Coming Soon - Daybreakers


Nos encontramos en un futuro donde un enorme porcentaje de la humanidad ha sido contagiada por una extraña epidemia que los transforma en vampiros. En el 2019, los vampiros controlan el mundo y apenas quedan humanos corrientes, los cuales son capturados para servir como alimento a los vampiros. Edward (Ethan Hawke), trabaja como hematólogo en la empresa que se ocupa de "ordeñar" a esos humanos, mientras intenta encontrar desesperadamente un sustituto de la sangre humana, pero pronto se topará con un grupo de humanos que dicen haber encontrado la cura al vampirismo.

Recientemente hemos mencionado esta película, que aunque mi interés por ella no era muy elevado, puedo decir que me ha sorprendido gratamente. La primera hora del film es estupendo y consigue meter al espectador de lleno en la historia, mostrando varios estratos de la sociedad vampirizada y presentándonos al protagonista de una forma atractiva. Y no os preocupéis, porque esta película respeta casi en su totalidad el folklore popular, aunque saltándose lo de los crucifijos y el ajo, intentan mostrarse siempre como una sociedad mejorada, pero que en momentos desesperados se comportan como animales rabiosos. Sin embargo, la segunda mitad de la película no llega a funcionar tan bien como el principio, quizás porque no tiene tantas cosas que enseñar y que llaman la atención, y con un giro final que a mí personalmente me ha resultado poco convincente, aunque si que me resulta muy acertado intercalar la historia principal con escenas o subtramas que muestran cómo la sociedad se va desesperando cada vez más a medida que van desapareciendo los humanos. Posee unos personajes que son ciertamente atractivos, como es el caso de Edward, que aunque se presenta quizás como el típico vampiro sensible que no quiere dañar a los humanos, al menos no se pasa toda la película lamentándose, y se nos muestra una razón convincente para que nos creamos su comportamiento, además de un muy correcto Ethan Hawke (Gattaca). Quizás lo más decepcionante sea el villano, interpretado por Sam Neill (Jurassic Park), que aunque a nivel actoral está bastante bien, su personaje no llega a ser lo bastante atractivo, pudiendo llegar a ser mucho más carismático y detestable. Destacar la participación de Willem Dafoe como secundario estelar, que aunque no nos ofrece nada especialmente nuevo, siempre es una alegría verlo en pantalla haciendo una interpretación agradable, en este caso como "mentor" del protagonista.


En cuanto al terreno de la dirección, aunque los hermanos Spierig no sean lo más de lo más manejando actores, sí que nos brindan buenas escenas de acción, con hemoglobina en abundancia (atentos a la escena en la que prueban el sustituto de sangre con un paciente), tiroteos bien rodados y sin ser demasiado excesivas, manteniendo el tono de la película. Visualmente la película funciona estupendamente, sobretodo, como era de esperar, con sus secuencias nocturnas, donde se oculta lo que se tiene que ocultar y no se complican la vida; al igual que la ambientación del film, estupendamente bien conseguida, un futuro no muy distinto al actual, salvo que todo resulta mucho más distante. En cuanto a sus efectos especiales, los diseños y el maquillaje realizado en las criaturas llamadas subsiders, vampiros cuya enfermedad ha degenerado hasta convertirlos en híbridos entre murciélago y humano, están estupendamente bien realizados, siendo totalmente convincentes. Quizás las secuencias con efectos digitales no sean nada del otro mundo, pero funcionan bastante bien, sobretodo cuando eliminan a los vampiros, que mueren de forma similar a los de Blade, solo que explotan. El apartado musical funciona bastante bien, aunque no sé qué ocurre últimamente que muchas piezas musicales suenan como las de El Caballero Oscuro, aunque esta no tanto como la de Solomon Kane.

En definitiva, una buena película de ciencia-ficción vampírica muy digna, que entretiene y que cuenta con momentos bastante llamativos.


Nota: 7'5

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