8/12/10

Bolsa de pipas - Dune


Durante el mandato del emperador Shaddam IV (José Ferrer), el duque Leto Atreides (Jürgen Prochnow), dueño de la Casa Atreidees, recibe la orden de trasladarse a Arrakis, el planeta desértico también conocido como Dune, donde desde hace muchos años se extrae la melange, una extraña especia que sirve como droga a los habitantes más poderosos del Universo Conocido. Después de que Leto sea traicionado por el emperador y el Barón Harkonnen (Kenneth McMillan), dueño de la Casa Harkonnen, su hijo Paul Atreides (Kyle MacLachlan) decide vengarle, escondiéndose en el planeta Arrakis para ser entrenado y posteriormente liderar a los habitantes de ese planeta.

Una de las películas más populares de David Lynch, que adapta la primera parte de una de las sagas fantásticas literarias más famosas de los últimos tiempos. Aunque el género no sea el habitual del director, sí que encontramos otros elementos identificables, como simbolismos, escenas extrañas e imágenes algo perturbadoras. Aparte de ello, nos encontramos ante una trama muy clásica del cine y la literatura, que repasa con bastante fidelidad el viaje del héroe, con no pocas referencias bíblicas. Aunque la película peque de un ritmo lento durante toda su primera mitad, lo cierto es que la trama a desarrollar tiene el suficiente potencial y el suficiente interés como para que uno no acabe aburriéndose (aunque claro, eso dependerá de cada espectador, o entras en la película o no entras). Quizás parte de la culpa la tenga que las tramas que se explican no estén lo bastante equilibradas, siendo la más interesante la del protagonista, Paul Atreides, seguido de la historia del Barón Harkonnen y por último la trama de los Atreides que continúan en su planeta de origen.


Una parte muy a destacar son las interpretaciones, siendo Kyle McLachlan (Twin Peaks), quien acabó repitiendo con Lynch en un par de películas más, aquí se marca un auténtico papelón como protagonista. Cabe destacar también su curva de evolución a lo largo del film, mientras que al principio se presenta como un personaje juvenil, entusiasta y algo desorientado en cuanto a lo que ocurre, va cambiando poco a poco hasta convertirse en un auténtico líder a seguir. Le sigue de cerca Kenneth McMillan (Amadeus), quien encarna al Barón Harkonnen de una forma sobresaliente, en muchos momentos fuera de sí y totalmente pirado. Cabe destacar también a Max Von Sydow (Flash Gordon), Patrick Steward (X-men), Sean Young (Blade Runner), y la extraña aparición de Sting en el reparto.

Por otro lado, la banda sonora compuesta por Toto es otro punto destacable, sobretodo por unos acordes que suenan en el minuto 2:35 de Big Battle, pero que se van repitiendo en momentos puntuales de la película y que engrandecen todas las secuencias en las que se escucha.

Por último, la dirección artística de la película también es algo realmente destacable, sobretodo por los decorados interiores del film y el vestuario, algo que tiene identidad propia y que le otorgan al film la grandilocuencia que necesita. Desgraciadamente algunos de los efectos especiales no acompañan, ya que son algo desfasados, mientras que otros en cambio se conservan bastante bien (los gusanos de Arrakis, por ejemplo).

En definitiva, una película de culto que vale la pena ver, y que aunque sea algo difícil de digerir por su ritmo tranquilo, si no os da mucho asco el señor Lynch y queréis ver una película de tramas complejas y de aspecto particular, esta es vuestra película.


Nota: 8

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