15/11/09

Cubo de palomitas - Celda 211


Juan (Roberto Ammann) va a empezar como funcionario en la cárcel, y el día antes se aventura a ir a ver cómo van las cosas en el lugar, pero ahí se sucede un motín carcelario liderado por Malamadre (Luis Tosar) el criminal más peligroso del módulo. Juan ve como única alternativa hacerse pasar como un preso nuevo para así evitar su muerte.

La verdad es que llevamos un año curioso de cine español, y me atrevo a decir que esta puede ser la gran triunfadora de los Goya, y serían premios bien merecidos, porque Celda 211 es una muy buena película. Basada en una novela de Francisco Pérez Gandul, la película cuenta con unos personajes totalmente creíbles y diversos, destacando por encima de todos Malamadre, un auténtico villano que brilla por sí solo y que acaba cayendo bien con facilidad, y cómo no, Luis Tosar realiza un papel excelente, consiguiendo acojonar en algunos momentos. Roberto Ammann, por el contrario, aunque su actuación también es digna de mencionar, su personaje cuesta de simpatizar al principio, ya que no es hasta casi la mitad del film cuando nos sentimos totalmente identificados con su personaje, pero aun así, eso no llega a estropear la película, ya que su personaje no llega a comportarse como un estúpido y hace todo lo posible para que los presos no sospechen de él, en ocasiones de una forma sorprendente. También destacable el papel de Antonio Resines interpretando a otro de los funcionarios, que se comporta de una forma exageradamente violenta, y aquí Resines demuestra una vez más que para el drama vale totalmente. Desgraciadamente, la película baja un poco de ritmo cerda de la mitad de la película, pero luego consigue remontar el vuelo, cuando la identificación con el protagonista es total.


La realización de la película es muy notable, con unos planos muy sencillos y estáticos, de forma algo sorprendente ya que uno se puede esperar que se utilice demasiado la cámara en mano para la película que estamos tratando, pero en cambio nos encontramos con una realización bastante sobria y algo cruda que consigue que se disfrute más de lo que se ve en pantalla. Aparte de ello, quizás el apartado que pasa más desapercibido es la música, prácticamente inexistente, aunque también es verdad que esta película apenas la necesita, sin apenas escenas en las que no pase algo importante. Es curiosa la fuerza de muchos de sus diálogos, muy creíbles y que además, son realmente buenos y eso es algo difícil de conseguir en cine. Como también la crudeza de la película, es una película que transmite odio, sobretodo cerca del final, acompañando la degeneración del protagonista poco a poco, hasta caer en un pozo del que no se puede salir.

Resumiendo, una muy buena película que vale la pena destacar, y que seguramente mejora con los visionados, salvo algunos fallos de narración y de ritmo, posee otras cualidades que la hacen realmente buena, vale la pena verla aunque sea sólo por sus personajes, aunque la trama se resuelva en algunos momentos de forma algo predecible, al final acaba importando poco.



Nota: 8

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