15/4/11

Cubo de palomitas - Sin Límites


Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor sin inspiración, ha conseguido firmar un contrato para su primera novela y lleva mucho tiempo de retraso. Un buen día se cruza con Vernon (Johnny Whitworth), su ex-cuñado, quien siempre ha estado metido en trapicheos. Vernon le ofrece una muestra de una nueva droga experimental, y Eddie la prueba por curiosidad. Es entonces cuando consigue verlo todo con claridad, su agilidad mental se ve incrementada y de repente la inspiración vuelve a su mente. Fascinado por esa nueva droga, Eddie consigue convencer a Vernon para que le suministre más, pero pronto Eddie empezará a descubrir los temibles efectos secundarios de esa droga, pudiendo llegarle a causar la muerte, por no hablar de otra gente que también está interesada en conseguirla.

Una película con un punto partida la mar de interesante, que esta vez se llega a echar a perder con un desarrollo poco aprovechado en muchos momentos (en las formas que tiene Eddie de aprovechar sus nuevas facultades), sobretodo viendo lo poco previsor que puede llegar a ser el protagonista, si es que tan listo le vuelve esa droga. Eddie aprovecha su mente mejorada para conseguir dinero muy rápidamente invirtiendo en bolsa, empresas, etc. mientras que podría aprovechar parte de su tiempo investigando la droga y consiguiendo que ésta pierda sus efectos secundarios, por ejemplo. Otro punto en contra es el giro poco creíble que llega a tener la película (cuidado porque aquí puedo estropearle la película a más de uno): cuando Eddie se queda sin droga, al borde de la muerte, y tras haber conseguido matar a su perseguidor, quien se administraba la droga en cuestión por vena, mientras se va desangrando, a Eddie no se le ocurre otra cosa que beberse la sangre del suelo para restablecerse. Algo que me ha parecido excesivamente descabellado para tal y como era la película.


Otro punto en contra es lo mal aprovechado de sus efectos especiales, conceptualmente son interesantes, como los recorridos infinitos por la ciudad en plano secuencia, pero son tan visualmente horteras y poco elegantes que no ayudan, como por ejemplo también el momento de mayor énfasis literario del protagonista mientras van cayendo letras del techo. Quizá tampoco ayude el aspecto visual que se le ha querido dar a la película, con colores muy saturados y un brillo muy alto, lo que puede llegar a ser molesto o distrayente.

En cuanto al reparto, los protagonistas, como Bradley Cooper y Abbie Cornish (Sucker Punch), quien interpreta a la novia del protagonista, cumplen bastante bien con su función, aunque Cooper no llega a funcionar del todo, quizá por lo poco que se llega a empatizar con su personaje a lo largo de la película. Robert de Niro tiene un papel secundario bastante interesante en el film, pero básicamente se lo pasa haciendo de sí mismo (aunque eso tampoco es malo, buenas risas que me he echado).

Poco más puedo añadir de una película tan mal aprovechada, una verdadera lástima.



Nota: 3'5

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