4/11/11

Cubo de palomitas - Eva


Después de muchos meses de retraso, Eva llega a nuestras pantallas. Una arriesgada apuesta que combina la ciencia-ficción con el drama donde Álex (Daniel Brühl), un joven genio de la robótica especializado en la inteligencia emocional para éstos, vuelve a su pueblo natal para finalizar un proyecto muy prometedor. Es entonces cuando, buscando un niño que le sirva como referencia para crear la personalidad de un robot, conocerá a Eva (Clàudia Vega), una niña de diez años muy madura para su edad.

Primero de todo mencionar que nos encontramos ante una apuesta muy arriesgada, básicamente por esa particular mezcla de géneros que resulta este film, donde la robótica se mantiene durante casi todo el film en un segundo plano, ya que prima sobretodo la relación de Álex con Eva y la difícil relación del protagonista con su hermano, que ahora está con la mujer que Álex amaba. Aunque el film mantiene una estructura bastante sólida y situaciones interesantes, el guión acaba cayéndose por sus malogrados diálogos, que en muchas ocasiones pecan de forzados y poco creíbles, con frases muy de telefilm que poco ayudan a la película. Es por ello que muchas de las interpretaciones (por lo general bastante correctas) se vean afectadas y no consigan lucirse tanto. Clàudia Vega realiza un papel acertado aunque torpe en ciertas escenas (es su primer papel), pero se nota que la chica tiene potencial. No pasa lo mismo con Daniel Brühl, que aunque es un actor bastante solvente por lo general, aquí se le nota un tanto perdido en ciertas escenas, y algunos como Roberto Ammann no consiguen destacar por lo pobre de sus papeles. El más destacable de todos para mí es Lluís Homar, quien interpreta a M.A.X., un androide asistente que es sobre quien recae el peso cómico del film, muy agradecido en ciertos momentos.


Lo más destacable del film es su diseño de producción y sus efectos digitales. El diseño de los robots es atractivo y a la vez medianamente realista, muy funcional. Quizás falle un poco la integración de estos efectos en ciertas escenas, pero tanto animación como detalle son notables. La dirección artística aquí tiene un papel bastante importante, puesto que aunque la película se sitúa en el 2041, el film tiene una clara estética setentera, lo que crea una cierta sensación de desubicación y a la vez atractivo que le hace bastante bien a la película. El apartado musical, por desgracia, no llega a destacar tanto como otros aspectos técnicos, cuando podrían haberle otorgado mucha más presencia y dar apoyo en ciertas escenas dramáticas que no llegan a serlo por sus fallidos diálogos.

El montaje inicial en forma de flashforward que hay al inicio de la película, creado con la intención de propiciar un mayor interés inicial, no acaba funcionando para bien, ya que el ritmo general de la película es más pausado, y hace que la atención del espectador mengüe con mayor rapidez de la que debería. Esta es una de esas malas decisiones que acaban pasando factura a la película. Por eso recomiendo que para quienes tengan interés en verla, tengan en cuenta que estamos ante un drama pausado, no es Yo, Robot, es más bien Inteligencia Artificial (aunque eso ya se intuye con el argumento, pero por si acaso).

En fin, una película interesante pero fallida por ciertos aspectos que hacen que cojee bastante y que no llegue a convencer como debería.






Nota: 5'5

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