14/8/10

Cubo de palomitas - Los Mercenarios


Un grupo de mercenarios encabezados por Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham) y Ying Yang (Jet Li) se ven embarcados en una importante misión organizada por la CIA. Deben infiltrarse en una pequeña isla llamada Vilena, en la cual un ex-miembro de la CIA ha conseguido comprar al general que gobierna allí para hacerse con los beneficios de la plantación de droga de la zona.

Tras mucho tiempo de espera, llega a nuestras pantallas la nueva película de Sylvester Stallone que debía reunir a las viejas glorias del cine de acción de los 80, y aunque no todas han conseguido aparecer en ella, sí que hay un buen número de estrellas (y no tan estrellas) que se han apuntado a la fiesta. Como habéis podido comprobar, el argumento es simple y visto miles de veces en películas de este género, pero eso es lo de menos. Abundan las frases lapidarias, piques entre compañeros, etc. lo que más falla de esta historia es su falta de ritmo a mitad del film. Mientras que comienza con unos 20 minutos muy prometedores, se va desinflando poco a poco , hasta que la acción vuelve a cobrar presencia y retorna con unos últimos 30 minutos arrolladores. La balanza acción-reposo está mal compensada a mitad de la película, y eso acaba haciendo mella en su conjunto.


Poca cosa se puede decir de sus actores, es una gozada ver a Stallone, a Willis y a Schwarzenegger compartir pantalla por fin, aunque sólo estén juntos un par de minutos, nos dejan con muchas ganas de más. Dolph Lundgren (Soldado Universal) es el mejor personaje de la película, aunque su aparición en pantalla es más bien escasa, su primera aparición es apabullante y cuenta con momentos de lucimiento estupendos, derrochando carisma allá donde vaya. Aquí el papel del villano no tiene demasiada cabida, y es por eso que goza de muy poca carisma, centrándose la historia en ese amplio reparto de personajes protagonistas.

En cuanto a la dirección de Stallone, aquí le he visto un tanto mareado, mientras que en John Rambo su labor estaba mejor dosificada, menos epiléptica y más cruda, aquí ha optado por algo más habitual del cine de acción de ahora, planos muy cortos, con mucho movimiento, siendo la acción algo confusa en varios momentos, pero aun así en las secuencias más espectaculares sabe dónde situarse con más calma. Es una lástima ver como se tira de efectos digitales para la sangre y demás, en lugar de haber tirado por métodos más tradicionales, como habría sido lo suyo. Aun así, atención a la explosión del puerto de Vilena, porque es una auténtica locura.

Resumiendo, no busquéis más de lo que hay en esta película, es cine palomitero del de toda la vida, con vuestras estrellas de acción favoritas, un puro e inocente divertimento.


Nota: 6

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