5/2/11

Cubo de palomitas - Primos




Después de que su novia lo haya dejado en el altar, Diego (Quim Gutiérrez) decide volver con sus dos primos Julián (Raúl Arévalo) y Jose Miguel (Adrián Lastra) a Comillas, un pueblo de Cantabria donde solían ir a pasar el verano cuando eran críos. Una vez allí, Diego intentará recuperar al amor de su adolescencia, Martina (Inma Cuesta), aunque las cosas no son tan fáciles como cuando era un chaval.

Tercera película de Daniel Sánchez Arévalo (Gordos), quien tras tantear un poco en el terreno de la comedia con su segunda película, aquí se vuelca totalmente en el género, y de qué manera. No sólo nos encontramos ante una película divertida y emotiva, sino que además sus personajes, que es donde reside el encanto especial que desprende esta película, son realmente encantadores y carismáticos, cada uno a su manera, y eso no es demasiado fácil de encontrar en la comedia de hoy día. La película sigue la trama independiente de cada primo, aunque empiezan y terminan siempre juntos, cruzándose cada cierto tiempo para no perder el norte, ya que acaban dependiendo los unos de los otros sin darse cuenta. La historia es bastante sencilla a grandes rasgos, plagada de diálogos ágiles y desternillantes (dados sobretodo por el personaje de Julián) que ya desde el inicio hacen que pensemos: "esto promete". En general el interés y el ritmo de la película se sostiene realmente bien, llegando a tener su momento álgido cuando el trío protagonista se pone a imitar a los Backstreet Boys en las fiestas del pueblo, desternillante.


"-¡Estabas mirándome las tetas!
-Mujer, es que son tan bonitas..."

El reparto también está a la altura de las circunstancias, Quim Gutierrez es un divertido personaje protagonista, indeciso, contradictorio y que sabe mantener el peso de la trama sobre sus hombros sin problema. Raúl Arévalo se ocupa de los gags más gamberros, tanto verbales como no verbales, y nos brinda un papel estupendo, como en sus otras películas. Adrián Lastra ha supuesto todo un descubrimiento personal, ya que interpreta a un tipo hipocondríaco pero de gran corazón y bastante cobarde, donde su mayor virtud reside en transmitirlo todo sin necesidad de hablar: cuando juega a las enfermedades con Dani, el hijo de Martina, como poco a poco va cediendo su tic en la mejilla, es brutal. Inma Cuesta y Núria Gago, los principales papeles femeninos del film, funcionan bastante bien, en especial Inma Cuesta, con un papel bastante encomiable fácil de querer. Antonio de la Torre y Clara Lago, quienes hacen de padre e hija respectivamente, tienen bastante química entre ellos y resultan un dúo cómico bastante divertido y creíble.

Quizás el principal punto que resulta algo cuestionable es la realización. La elección de algunos de los planos no me ha parecido la más acertada en algunos momentos, igual que algunas transiciones entre escenas, un tanto bruscas e incluso confusas. Por lo demás, Arévalo controla de sobras a sus personajes y sabe la historia que quiere contar. Quizás sea una de esas pocas películas que consigue representar a una generación, aquellos treintañeros que la vida se les ha puesto delante y no saben que hacer con ellos mismos, como resume perfectamente el monólogo que tiene el protagonista delante de la tumba de su padre, bastante encomiable. Muy recomendable.


Nota: 7'5

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