19/5/10

Cubo de palomitas - Un tipo serio


Larry Gopnik ( Michael Stuhlbarg) es un profesor universitario de física cuya vida no puede ir peor, primero uno alumno coreano suyo le intenta sobornar para que le apruebe la asignatura, despues su mujer le exige el divorcio ya que ella quiere casarse con su vecino viudo, por lo que acaba fuera de su casa viviendo en un motel con su hermano, el cual es perseguido por la justicia por tener un metodo infalible para ganar en el juego. Larry empieza a buscar una explicacion de sus problemas en su fe, pero eso le lleva de rabino en rabino y ninguno le da una respuesta concreta.


Sin duda una de esas películas que cuesta criticar ya que se puede considerar tanto una maravillosa genialidad como un enorme truño, y es que es el tipo de películas que empiezan a caracterizar a las ultimas de los Coen, que consiguen que el espectador salga confuso y se diga “No se si me ha gustado...”. De nuevo nos encontramos con personajes que rozan lo realista, lo absurdo y lo surrealista pero de forma que se combinan estos 3 atributos sin que tengan extraños giros de comportamiento, sin duda, destacaría al protagonista que aparte del excelente trabajo que realiza el actor, Michael Stuhlbarg, resultando bastante creíble, también es interesante lo bien que esta construida su personalidad, llevándolo a ser un pardillo sin llegar al extremo, de forma que fácilmente te encariñas con él y su situación, ya sea por pena o por simpatía, siendo el típico tio si se sube a un tejado y empieza a disparar a todo el mundo lo verías comprensible. Aunque también hay que decir que el resto de personajes están al igual muy bien personalizados, ya sea su mujer como una enorme manipuladora y controladora, el hermano de Larry que es como una especie de Rain man o sus hijos que son la versión judía de los de la serie “Matrimonio con hijos”. Pero pese a todas estas alabanzas sigue siendo una película rara con golpes cómicos que pasan de lo absurdo a lo macabro fácilmente y que no hace más que confundir, además, cuenta con un principio bastante lento y confuso pero a la media hora va cogiendo fuerza aunque con constantes altibajos. Otro punto negativo es el exceso de jerga judía que para los no familiarizados con la religión puede despistar bastante.


Finalmente, es necesario hablar de dos cosas: La banda sonora y el final. Esta primera es bastante desconcertante, ya que cuenta con numerosas melodías propias que no vienen a cuento con la escena que se esta mostrando y que no pegan con el desarrollo del film. Pasando al final, es bastante raro y muy confuso, yo personalmente no consigo sacarle el significado, pero puede que ese fuese el objetivo de los Coen, mantener la confusión del espectador hasta el final.

NOTA: 6

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