Cubo de palomitas - I'm a cyborg, but that's OK

Soy un cyborg es la última película de Park Chan-wook (Oldboy) estrenada en 2006. He tardado en verla, sí es cierto. Pero mejor tarde que nunca, sin duda. Cine de urgencia, de verdad. No es común ver una película tan buena en los tiempos en los que estamos.
Todas las personas que dijimos: "No puede existir otra película sobre enfermos mentales más allá de Alguien voló sobre el nido del cuco" tenemos que meternos nuestras indignas lenguas por nuestro sucio ojete y no cuestionar la maestría del coreano.

106 minutos de metraje en los que segundo tras segundo estás con, lo que los más cultos denominamos, el ojete a cuadros. ¿Será lo irresistible de la melodía de su tema principal? Si alguien dice que la canción no es perfecta es porque ni entiende de perfección ni entiende de música. ¿Será la calidad de Chan-Wook? ¿Será que el guión es realmente innovador? Será todo eso y será mucho más. I'm a cyborg, but it's OK es una obra maestra que nada tiene que ver con cualquier parámetro que vuestra mente establezca con la trilogía de la venganza del director.
El argumento se resume, de manera minimalista, en que una niña que adora a su abuela (la cual está loca y cree que es un ratón y pasa el día comiendo rábanos) ve cómo encierran (la niña ve como encierran a la abuela) a su abuela en un psiquiátrico y por casualidades del destino la niña se obsesiona con que es un cyborg. Young-goon (que es el nombre de la muchacha) es encerrada también en otro centro donde conoce a pintorescos personajes, cada uno zumbado a su manera, sobre todo su amigo que es un cleptómano y antisocial, obsesionado con robar las habilidades especial de las personas de su entorno, que se esconde constantemente tras máscaras. Hasta aquí puedo (y quiero) decir para no reventar con spoilers las película.

Conclusión: Si estás dudando sobre ver o no la película, sí tienes que verla. Si estabas convencido de que no, no seas gilipollas y ponte la película.