31/12/11

Top 7 - Las escenas que más me han gustado este año

Para ir añadiendo tops al blog, como cada fin de año, he decidido abrir una lista nueva con secuencias o momentos de pelis estrenadas este año que, ya sea por lo sorprendentes o lo mucho que las he disfrutado, han hecho que valga la pena haber visto la película. Lo más probable es que suelte una sarta de spoiler brutales, así que si no las habéis visto, absteneos.

7. El edificio derrumbándose en Transformers: El lado oscuro de la luna


Todos aquellos que hayan seguido este blog en los últimos años sabrán lo mucho que odié la segunda parte de Transformers, y pasados unos meses del estreno de la tercera película me animé a verla por métodos poco ortodoxos, y lo cierto es que, a pesar de que le sobra una hora de metraje, los diálogos ridículos y robots absurdos, la media hora final de la película acaba compensando. Principalmente porque el haber sido rodada en 3D y que Bay haya tenido que moderarse en la duración de los planos, un uso mayor de la cámara lenta, y el espectáculo puro y duro, hacen que Transformers 3: El lado oscuro de la luna me haya dejado con una sensación extraña, pero de habérmelo pasado la mar de bien.

6. Carol Ferris descubre a Hal Jordan en Green Lantern


Soy uno de los defensores de la adaptación de Green Lantern al cine, porque empezar esta colección de comics este año ha sido un gran descubrimiento para mí, y porque no me pareció tan mala como les resultó a algunos. A pesar de los gags infantiles y la falta de epicidad ocasional de la película, el universo de Green Lantern se presenta como algo bastante explotable y que a mí tanto me fascina de los comics. Lo más destacable y divertido de la peli es cuando, en un momento muy del rollo Superman, Hal Jordan (Ryan Reynolds) va a saludar a Carol Ferris, la chica que ha rescatado en la escena anterior y que al principio no lo reconoce, pero que al fijarse en sus rasgos sabe que es él. Como resultado se genera una secuencia muy divertida que me hizo soltar alguna carcajada.

5. El combate final de Acero Puro


Una de esas películas para todos los públicos que no esperas que llegue a ser la gran cosa, más que el perfecto entretenimiento de un sábado por la tarde, que es lo que acaba siendo. Con unos combates la mar de conseguidos y una música que le va como anillo al dedo, el combate final entre Atom y Zeus rezuma Rocky por todos los poros, de forma que uno no puede evitar implicarse en la escena y pasárselo como nunca. Atención al plano a cámara lenta de Atom realizando un puñetazo con salto a Zeus.

4. La persecución final de Fast Five


Una de esas películas que me daba bastante pereza de ver, después de una más que decepcionante cuarta entrega (aunque las anteriores tampoco es que fueran la leche), pero esta me sorprendió por lo entretenida que es en su conjunto, sin que me llegase a caer especialmente mal Paul Walker, y con un papel secundario de Dwayne Johnson bastante agradecido. Lo mejor de todo, la secuencia del robo al banco y la posterior persecución donde Walker y Diesel tiran juntos de la caja fuerte por toda la ciudad destruyéndolo todo a su paso. Acojonante.

3. Teseo encabeza un ejército en Immortals


Vale que igual me puede el entusiasmo, ya que la he visto en el cine hace un par de horas, pero teniendo en cuenta que la película ha acabado siendo más o menos lo que esperaba, y que el tramo final de la película resulta todo un caramelo para los que esperábamos algo así, que la emoción que he sentido en el cine ha sido brutal. Por la potente música, el momento de preparación de Teseo, su posterior discurso motivacional, y los combates de los dioses contra titanes y el plano secuencia del protagonista machacando enemigos a su paso, hacen que la película valga la pena.

2. El baile final de George Valentin en The Artist


Esta es una de las películas que marcan un año, por lo arriesgado de su propuesta y lo redondo que resulta su acabado final, un reparto sobresaliente, una historia clásica bien aprovechada, un aspecto visual impecable y una música maravillosa. Los últimos minutos del film sorprenden y llenan de alegría al espectador que se ha divertido con la película, porque todo acaba como tenía que acabar (y tú querías que acabase), y Jean Dujardin consigue valerse por sí mismo a la perfección.

1. El beso en el ascensor en Drive


Drive, una de esas películas de la que no sabes que esperarte, ya que resulta un ejercicio artístico la mar de curioso, y que acaba entusiasmando a la crítica y al público cinéfilo por lo hipnótico de su apartado visual y su perfectamente escogida música. Ryan Gosling es un protagonista misterioso y recio al que acabas admirando (por su actitud y su chaqueta), mientras que gran parte de la película se presenta como un drama romántico, el momento en el que se vuelve un thriller de violencia explícita y no se cortan un pelo, sabes que estás viendo algo que va en serio y que tiene ese tono crudo que te sorprende y te atrapa. La secuencia del ascensor, que combina el primer beso de los protagonistas a cámara lenta, empezando como un momento hermoso y delicado, inmediatamente después se convierte en un combate a muerte entre Ryan Gosling y uno de los villanos, que cuesta que realmente sea algo esperado.

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