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3/1/12

Top 7 - Las mejores películas de 2011

Bueno, ya sabéis cómo funciona esto, así que paso de explicaciones innecesarias, pero sigo recordando que es opinión personal y que siempre puedo equivocarme (y vosotros también, qué coño).

7. Un dios salvaje

Aunque Roman Polanski casi siempre es una apuesta segura y es uno de los directores que mejor me cae, lo cierto es que Un dios salvaje no me entusiasmaba demasiado, aunque los acercamientos de Polanski a la comedia que he visto han sido satisfactorios. Lo cierto es que Un dios salvaje resulta una sátira la mar de interesante que explota al máximo su mayor recurso: el reparto. Los cuatro están estupendos y son la razón principal por la cual recomiendo ver esta película.

6. Primos

A pesar de que este año ha sido uno de los que más cine español he visto en toda mi vida, entre Sitges y alguna en cartelera bastante interesante como Mientras Duermes, ninguna me ha causado tanto impacto como Primos. Daniel Sánchez Arévalo crea una divertidísima comedia romántica que he visto ya 8 veces en un año, gracias a ese trío implacable de protagonistas y sus reflexiones sobre el amor que tan reales pueden sonarnos a algunos.


La Patrulla-X ha vuelto con fuerza gracias a la unión de Bryan Singer y Matthew Vaughn, quienes establecen una precuela que prácticamente consigue superar a la original, gracias al imbatible personaje de Magneto (con un fabuloso Michael Fassbender), aunque el resto del reparto no se queda para nada atrás. A pesar de lo desafortunado de algunos efectos digitales y algún que otro apunte, ese toque retro y las referencias a la primera parte hacen que X-men: Primera Generación sea la mejor película de superhéroes del año.

4. Super 8

Después del pelotazo de Star Trek, J.J. Abrahms hace una película más personal, homenajeando como bien sabe al cine de Spielberg, con un grupo de chavales divertidos que se enfrentan a una invasión extraterrestre. A pesar de que peca de un final poco intenso, lo cierto es que todo el trayecto hacia allí es la mar de placentero.


Poca gente se esperaba que una precuela algo oportunista de esa saga tan particular que es El planeta de los simios fuese ha contentar a tanta gente. Una historia de ciencia-ficción sólida que se ocupa de mostrarnos la evolución de ese personaje clave que es César en esta saga, con un estupendo Andy Serkis dotando de vida al personaje. Unos efectos digitales que, aunque no sean perfectos, ayudan estupendamente a la inmersión de la historia, y menuda música señores.

2. Drive

Algún colega me va a machacar por ponerla en segundo puesto, pero lo cierto es que no le quito mérito a esta película, ya que tiene a un enigmático Ryan Gosling, un Ron Perlman que siempre mola, un romance bonito y una dirección de fotografía apabullante. Muchas escenas contemplativas con una música maravillosa y una brutalidad ocasional que le viene muy bien.


Más por lo que ha conseguido que por la película en sí (que también). Jean Dujardin es un protagonista dignísimo, acompañado por su fiel y divertido perro, una clásica historia de amor que nunca se desgasta y un lenguaje cinematográfico basado en la música y en los puntuales efectos de sonido que resulta delicioso. Para los nostálgicos del cine clásico y para los que piensen que hacer un film de este tipo actualmente puede ser un suicido.


Menciones especiales:

Capitan América, El primer vengador: Después de una decepcionante Thor, la nueva adaptación del Capitán América se ha convertido en uno de mis entretenimientos del pasado año más apasionantes, porque Joe Johnston se ha conseguido redimir después de El hombre lobo, con ese espíritu a lo años 40, su diseño de producción y sus escenas de acción. Aunque el tener un villano tan insustancial (aunque consecuente con el producto), le arrebata los puntos que podría tener.
Medianoche en París: La película que Woody Allen debía hacer, preciosa y divertida. Owen Wilson se marca un buen papel, al igual que Marion Cotillard, siempre espléndida.
El árbol de la vida: La única película de Terrence Malick que me ha llegado a gustar, a pesar de su desarrollo interminable, su segundo tercio resulta ser todo un deleite visual que vale la pena contemplar.
Green Lantern: Después de haberme convertido en fan incondicional del personaje después de haber devorado tantos comics y haber chequeado el Extended Cut, debo defender este film de superhéroes, que aunque desperdicia parte de su potencial, resulta ser un entretenimiento digno con riqueza visual y efectivas escenas de acción.

31/12/11

Cubo de palomitas - The Artist


George Valentin (Jean Dujardin) es un popular actor de cine mudo que se queda prendado de una aspirante a actriz llamada Peppy Miller (Bérénice Dejo). Con la llegada del cine sonoro, Peppy irá haciéndose notar en Hollywood, mientras que George, que se niega a aceptar la imposición del sonoro y sigue realizando películas mudas, ve como su fama se va desvaneciendo poco a poco.

The artist es una de esas películas que en un primer momento llama la atención de cualquier cinéfilo, rodada en blanco y negro y muda, es una apuesta la mar de arriesgada que viene de la mano de Michel Hazanavicius (director francés casi inédito en España), quien construye un auténtico homenaje al cine clásico. Esta película resulta un éxito rotundo, no sólo por lo bien que resultan todos sus elementos, sino porque sale con éxito de esa peligrosa encrucijada. Nos encontramos ante una tragicomedia muy clásica para lo que respecta a películas ambientadas en la meca del cine y que recuerda bastante a Cantando bajo la lluvia: protagonista demasiado orgulloso cae en picado poco a poco hasta que llega a la conclusión de que lo que debe hace es renovarse o morir. Todo esto se explica de forma bastante accesible gracias a unos ocasionales intertítulos (menos de una treintena, lo cual está bastante bien) y una música que va amoldando el drama de la narración y que sabe aprovechar muy bien los silencios.


Jean Dujardin se muestra como un protagonista agradable, en muchas ocasiones divertido, pero que acaba viendo que el mundo se le echa encima. La química entre éste y Bérénice Dejo es extraordinaria, y como prueba de ello es el primer momento íntimo de ambos, cuando coinciden en un rodaje y el plano tiene que repetirse varias veces porque Valentin es incapaz de concentrarse teniendo a Peppy cerca. Por supuesto, el reparto secundario también es otro punto a favor, sobretodo porque tira de una plantilla de actores bastante conocida y que sorprende que estén en una película europea de este calibre, pero que le da un aire internacional. El caso más claro es el de John Goodman, quien interpreta a un productor de Hollywood amigo de George, pero que es el primero en rendirse ante el triunfo del cine sonoro. Goodman sabe imprimirle un carisma al personaje que le viene muy bien, complementando su presencia física. Curioso el papel de James Cromwell, quien interpreta al mayordomo de George, quien no sabe dedicarse a otra cosa y se niega a abandonar a su jefe. Y por último mencionar al perro de George, quien es el principal punto cómico del film, y cobra protagonismo en ciertas secuencias clave, recordando en muchas ocasiones a Milú, el perro de Tintín.

Ya para acabar y no destapar mucho más, añadir que no es una película que quizá se atreva a ver todo el mundo, porque ver una peli muda siempre da algo de miedo, pero The Artist resulta ser una película preciosa, tierna y respetuosa con el cine en el que se inspira.


Nota: 9

Top 7 - Las escenas que más me han gustado este año

Para ir añadiendo tops al blog, como cada fin de año, he decidido abrir una lista nueva con secuencias o momentos de pelis estrenadas este año que, ya sea por lo sorprendentes o lo mucho que las he disfrutado, han hecho que valga la pena haber visto la película. Lo más probable es que suelte una sarta de spoiler brutales, así que si no las habéis visto, absteneos.

7. El edificio derrumbándose en Transformers: El lado oscuro de la luna


Todos aquellos que hayan seguido este blog en los últimos años sabrán lo mucho que odié la segunda parte de Transformers, y pasados unos meses del estreno de la tercera película me animé a verla por métodos poco ortodoxos, y lo cierto es que, a pesar de que le sobra una hora de metraje, los diálogos ridículos y robots absurdos, la media hora final de la película acaba compensando. Principalmente porque el haber sido rodada en 3D y que Bay haya tenido que moderarse en la duración de los planos, un uso mayor de la cámara lenta, y el espectáculo puro y duro, hacen que Transformers 3: El lado oscuro de la luna me haya dejado con una sensación extraña, pero de habérmelo pasado la mar de bien.

6. Carol Ferris descubre a Hal Jordan en Green Lantern


Soy uno de los defensores de la adaptación de Green Lantern al cine, porque empezar esta colección de comics este año ha sido un gran descubrimiento para mí, y porque no me pareció tan mala como les resultó a algunos. A pesar de los gags infantiles y la falta de epicidad ocasional de la película, el universo de Green Lantern se presenta como algo bastante explotable y que a mí tanto me fascina de los comics. Lo más destacable y divertido de la peli es cuando, en un momento muy del rollo Superman, Hal Jordan (Ryan Reynolds) va a saludar a Carol Ferris, la chica que ha rescatado en la escena anterior y que al principio no lo reconoce, pero que al fijarse en sus rasgos sabe que es él. Como resultado se genera una secuencia muy divertida que me hizo soltar alguna carcajada.

5. El combate final de Acero Puro


Una de esas películas para todos los públicos que no esperas que llegue a ser la gran cosa, más que el perfecto entretenimiento de un sábado por la tarde, que es lo que acaba siendo. Con unos combates la mar de conseguidos y una música que le va como anillo al dedo, el combate final entre Atom y Zeus rezuma Rocky por todos los poros, de forma que uno no puede evitar implicarse en la escena y pasárselo como nunca. Atención al plano a cámara lenta de Atom realizando un puñetazo con salto a Zeus.

4. La persecución final de Fast Five


Una de esas películas que me daba bastante pereza de ver, después de una más que decepcionante cuarta entrega (aunque las anteriores tampoco es que fueran la leche), pero esta me sorprendió por lo entretenida que es en su conjunto, sin que me llegase a caer especialmente mal Paul Walker, y con un papel secundario de Dwayne Johnson bastante agradecido. Lo mejor de todo, la secuencia del robo al banco y la posterior persecución donde Walker y Diesel tiran juntos de la caja fuerte por toda la ciudad destruyéndolo todo a su paso. Acojonante.

3. Teseo encabeza un ejército en Immortals


Vale que igual me puede el entusiasmo, ya que la he visto en el cine hace un par de horas, pero teniendo en cuenta que la película ha acabado siendo más o menos lo que esperaba, y que el tramo final de la película resulta todo un caramelo para los que esperábamos algo así, que la emoción que he sentido en el cine ha sido brutal. Por la potente música, el momento de preparación de Teseo, su posterior discurso motivacional, y los combates de los dioses contra titanes y el plano secuencia del protagonista machacando enemigos a su paso, hacen que la película valga la pena.

2. El baile final de George Valentin en The Artist


Esta es una de las películas que marcan un año, por lo arriesgado de su propuesta y lo redondo que resulta su acabado final, un reparto sobresaliente, una historia clásica bien aprovechada, un aspecto visual impecable y una música maravillosa. Los últimos minutos del film sorprenden y llenan de alegría al espectador que se ha divertido con la película, porque todo acaba como tenía que acabar (y tú querías que acabase), y Jean Dujardin consigue valerse por sí mismo a la perfección.

1. El beso en el ascensor en Drive


Drive, una de esas películas de la que no sabes que esperarte, ya que resulta un ejercicio artístico la mar de curioso, y que acaba entusiasmando a la crítica y al público cinéfilo por lo hipnótico de su apartado visual y su perfectamente escogida música. Ryan Gosling es un protagonista misterioso y recio al que acabas admirando (por su actitud y su chaqueta), mientras que gran parte de la película se presenta como un drama romántico, el momento en el que se vuelve un thriller de violencia explícita y no se cortan un pelo, sabes que estás viendo algo que va en serio y que tiene ese tono crudo que te sorprende y te atrapa. La secuencia del ascensor, que combina el primer beso de los protagonistas a cámara lenta, empezando como un momento hermoso y delicado, inmediatamente después se convierte en un combate a muerte entre Ryan Gosling y uno de los villanos, que cuesta que realmente sea algo esperado.